UN TESORO ESCONDIDO
Es posible que tengan razón, por lo menos en lo que se refiere a la uva. Esta fruta es demasiado generosa con sus bondades como para no ofrecernos todos los placeres imaginables, desde el de comerla fresca hasta el de beberla como vino o delicioso brandy. Tan generosa es la uva, que nos ofrece la oportunidad de aprovecharla hasta sus últimas consecuencias, en este caso el orujo, que con demasiada frecuencia se descarta sin más uso. En Lunlunta, Maipú Con el objeto de aprovechar hasta la última gota de placer de sus uvas, un grupo de inversores vitivinícolas hizo construir una moderna destilería de 1.400 metros cuadrados en Lunlunta, con el diseño del arquitecto Marcelo Pedemonte y la dirección técnica del enólogo suizo La destilería fue bautizada con el nombre de Tapaus, que en quechua significa "tesoro escondido". Si bien Weber comenzó con sus primeros destilados en el 2002, Tapaus fue inaugurada a principios del 2004 y ahora se encuentra en plena actividad. Todos sus productos se elaboran en base al alcohol de la vid, dando pie a la elaboración de algunos licores novedosos, como ser el destilado de Malbec, (primero en el mundo) o la grapa de uva tinta. El objetivo El objetivo de Tapaus es imponer su sello como el distintivo de los destilados finos argentinos, y para obtener este resultado ha invertido en la tecnología más avanzada del mundo. Los alambiques son únicos en el país y se utilizan para obtener un alcohol de 75% que luego es rebajado con agua -después de ser saborizado, como en el caso del anís y el triple sec-, utilizando productos totalmente naturales. El atractivo entre un licor bueno y otro que no lo es tanto es bastante marcado. Según Weber hay varios factores que juegan un papel fundamental. El primero de ellos es el alcohol, que debe ser dulce y redondo (que no "pique"). La acidez debe ser suave y fresca, y el paladar debe captar los mismos aromas que la nariz. La persistencia en la boca debe ser de más de un minuto, como así también debe quedar una buena persistencia aromática en la copa vacía. Estas bebidas deben servirse entre 15 y 18 grados para ser mejor apreciadas.
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